Derecha, izquierda, izquierda, arriba... Lo volteo y nada. Quizás el cubo rubik no tenga solución, o quizás yo estoy predestinado a fracasar en su resolución. ¿Tendra el destino, mejores planes para mi que resolver ese endemoniado cubo? Tal vez. Tal vez, tenga predestinado descubrir la cura contra el cáncer. O el sentido de la vida, el universo y todo lo demás (42). Tal vez sea el primero que logre la fusión en frío (¿o ya lo lograron?). O mejor aún, quizás encuentre el Santo Grial y el cuerpo de Cristo. Amén.
Puras conjeturas que se multiplican una tras otra, mientras examino las caras del cubo. Y ahora por fin se desvanecen, justo cuando logré armarlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario